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Apenas iniciaban los días de aislamiento obligatorio y nuestras nuevas rutinas de trabajo en casa cuando conocimos la convocatoria de los premios Latinoamérica Verde, una iniciativa que desde el año 2013 reconoce a organizaciones que tienen el tema socioambiental como enfoque principal de trabajo.

 

No lo pensamos mucho, tomamos la decisión de  participar en la categoría de Biodiversidad y Fauna con el componente educativo del programa Abrazando Montañas, un proyecto que reúne iniciativas como el Festival del Oso y la Red de Monitoreo Participativo, todas orientadas a la promoción e investigación para conservación del oso andino.

 

Nos postulamos con emoción pero la verdad, olvidamos la convocatoria rápidamente ocupados como estábamos en asumir lo que implica pensar esto de reinventarse  como Corporación en tiempos de pandemia planetaria.

 

Pero esta semana un correo emitido desde Guayaquil, Ecuador nos recordó que tenemos muchos motivos para celebrar porque nuestro proyecto fue seleccionado  entre 2,540 postulantes como uno de los los 500 mejores proyectos socioambientales de América Latina y el Caribe.  Esto significa que podemos acceder al programa de fortalecimiento de capacidades de proyectos sostenibles y a una rueda de negocios para hacer alianzas con organizaciones clave en Latinoamérica, que nos permita concretar nuevos aliados para nuestro proyecto.

 

De este modo, los premios funcionan como una vitrina que dinamiza la economía verde al exhibir las iniciativas regionales en 10 categorías que están alineadas con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS).

 

Este reconocimiento nos llena de alegría porque representa un avance en la ruta de gestión que seguimos desde hace ocho años en el programa Abrazando montañas, para lograr la consolidación y la apropiación social del corredor biológico del oso andino. Seguiremos aprendiendo de estas nuevas oportunidades y festejando que, aún desde el confinamiento, podemos unirnos con otros para aprender y avanzar.