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Gaia lee, lecturas para un mundo incierto

LA INVENCIÓN DE LA NATURALEZA. EL NUEVO MUNDO DE ALEXANDER VON HUMBOLDT

En GAIA lee compartimos hoy esta reseña de La invención de la naturaleza. El nuevo mundo de Alexander von Humboldt. Este libro, de la historiadora británica Andrea Wulf,  más que una biografía de un personaje específico, es la biografía de un concepto, la historia del desarrollo de la idea de “naturaleza”. A través de sus 578 páginas, escritas para un público amplio, el libro nos lleva tras las ideas que posicionaron a Humboldt como el primer ambientalista de la historia, ideas que proponen una visión holística de la naturaleza donde todo está interconectado.

Por: Valentina Grisales Betancur

Alexander von Humboldt fue un geólogo y naturalista alemán nacido en 1769. Es reconocido como el científico más importante de su época por sus aportes a la ciencia, que influenciaron no solo diferentes generaciones de naturalistas, sino también a poetas, escritores, artistas e incluso políticos alrededor del mundo. Figuras tan importantes, y tal vez más recordadas en la actualidad, como Charles Darwin y Simón Bolívar lo reconocieron como una de las principales fuentes de inspiración para las travesías y hazañas que cada uno de estos personajes emprendería más adelante en su vida. Corrientes oceánicas, un pingüino, murciélagos, glaciares, centros de investigación e incluso ciudades enteras llevan su nombre en tributo a su genialidad.

 

Pero, ¿qué es realmente lo que hizo Humboldt para ser tan renombrado, y, sobre todo, para que valga la pena recordarlo y estudiarlo en la actualidad? De manera muy profunda, casi que igualando en rigurosidad y claridad las propias investigaciones de Humboldt, la escritora e historiadora británica Andrea Wulf nos lo cuenta en su libro La invención de la naturaleza: el nuevo mundo de Alexander von Humboldt, publicado en 2015. Este libro más que una biografía de un personaje específico, es la biografía de un concepto, la historia del desarrollo de la idea de “naturaleza”. A través de sus 578 páginas, escritas para un público amplio, el libro nos lleva tras las ideas que posicionaron a Humboldt como el primer ambientalista de la historia.

 

Wulf nos muestra cómo durante toda su vida, pero especialmente durante su expedición de cinco años a Suramérica (1799 - 1804), Humboldt realizó diversas observaciones y mediciones de diferentes aspectos desde la meteorología y la geofísica hasta la economía y la cultura, que no solo moldearon su forma de analizar el mundo natural, sino que sentaron las bases que definen la forma en la que nosotros comprendemos y percibimos la naturaleza en la actualidad. Entre sus principales contribuciones se encuentra la descripción de las funciones fundamentales del bosque.

 

Humboldt fue el primero en explicar, después de su visita al lago Valencia (ubicado donde se encuentra Venezuela actualmente), la capacidad del bosque para enriquecer la atmósfera con su humedad y su efecto refrescante, además de su importancia para retener las aguas y proteger el suelo contra la erosión. También fue el primero en hacer referencia, en 1801, al fenómeno del cambio climático, advirtiendo que el daño provocado por los seres humanos al medio ambiente tendría consecuencias devastadoras en el futuro.

           

Pero sin lugar a duda, y como lo resalta Wulf en el libro, la mayor contribución de Humboldt fue su visión holística sobre lo que es la naturaleza. Para él, la naturaleza es un organismo vivo en donde todo está interconectado. A diferencia de las formas tradicionales de observar el mundo que se concentraban en clasificar y separar, la ciencia de Humboldt se trataba de conectar, de analizar la naturaleza como un todo. Las especies, los árboles y las rocas dejaron de ser piezas intercambiables para ser hilos de una red. Igual que un dedo no se puede entender sin una mano, las especies no se pueden entender sin su hábitat. De igual forma, Humboldt concluye que la humanidad está íntimamente conectada con esa gran entramado que es la naturaleza, y que es necesario que entendamos que “ningún ser humano es una isla, ningún ser humano es independiente, todos somos parte y pieza de un todo mayor y el fruto que podemos obtener de nuestras vidas está en proporción y en función directa de la forma en que sepamos encajarnos, integrarnos y componernos dentro del gran todo del que somos parte”.

 

Es precisamente por estas perspectivas de Humboldt que es tan importante volver sobre sus ideas. En este momento en el que estamos atravesando una de las mayores crisis que ha enfrentado la humanidad, y no me refiero únicamente a la emergencia sanitaria por el Coronavirus, sino más bien a la gran crisis planetaria producto de la despreocupada relación de los humanos con el mundo natural, recordar la visión y perspectivas de Humboldt es más pertinente que nunca.

 

 

En 1869 Ralph Waldo, un reconocido filósofo estadounidense, describió a Humboldt como una de las maravillas que aparecen de vez en cuando para mostrarnos la capacidad de la mente humana. Hoy, a través del impecable y entretenido trabajo de Wulf, necesitamos recordar la capacidad de la mente humana para vivir en armonía con el medio ambiente, para reconocer su fragilidad y de paso la nuestra, para, como lo recomienda Humboldt, volver a la naturaleza desde los sentimientos en épocas donde otros buscan con afán alejarse de ella.

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